By Michel Neumayer | Published | Aucun commentaire
A pesar de que muchos pedagogos en la historia tuvieron convicciones religiosas, todos fueron percibidos como unos incredulos.
Es que en realidad nunca fueron personajes dociles. Cuando alrededor de ellos muchos se satisfacen piadosamente del desorden establecido, ellos aparecen sistematicamente como perturbadores del funcionamiento “normal” de la educacion… Frente a aquellos y aquellas que suenan con la institucion y se prosternan ante las jerarquias, ellos manejan la provocacion y la irreverencia hacia todas las formas de “clericatura”…
Cuando se les pide respetar los usos y fundirse en los aparatos tecnócratas, ellos se empecinan en hacer preguntas sobre el tipo de seres humanos que se está formando….Cuando en todas partes la regla de oro es de “no hacer olitas” ellos arman escándalos y perturban el desorden establecido: “Pero por qué la especie es tan maltratadora con sus niños ? Pegunta Daniel Hameline.